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No es un secreto que los cogollos gordos, grandes y resinosos sean el objetivo principal al plantar marihuana. Por esta razón, la mayoría de los cultivadores prestan más atención a la parte superior de sus plantas, creyendo que es “la más importante”. En realidad, la verdadera fuerza detrás de una cosecha de calidad son las raíces de marihuana. Puede que no sean directamente responsables del crecimiento de los cogollos, pero sin el sistema de raíces la planta no podría absorber agua, oxígeno o nutrientes. En este artículo, aprenderemos cómo cuidar las raíces de marihuana y cómo prevenir y resolver los principales problemas, incluyendo pudrición, exceso de riego, hongos y más. ¡Vamos!
¿Qué aspecto tienen las raíces de marihuana sanas?
Aunque las raíces son una parte oculta por la tierra, hay formas de verificar su salud y prevenir enfermedades. En primer lugar, cuando revises las raíces de tu planta de marihuana, presta atención a su color. Las raíces de cannabis saludables son de color lechoso o blanco, y no tienen ningún olor en particular.
¿Cómo cuidar las raíces de marihuana?
Para desarrollar raíces saludables y felices, tus plantas necesitan 3 componentes principales: oxígeno, nutrientes y temperaturas adecuadas.
En primer lugar, las raíces necesitan suficiente espacio y oxígeno para crecer libremente y respirar. Así que asegúrate de tener un suelo aireado con algo de perlita, lana de roca u otro material. Si cultivas en exterior, ten cuidado con los suelos arcillosos: a las raíces les cuesta crecer en este tipo de suelo y, además, la arcilla tiene un efecto asfixiante.
Por otra parte, las raíces necesitan suficiente agua para que la planta no se muera de sed. En especial las plántulas que pueden morir rápidamente si experimentan escasez de agua, ya que no tienen reserva alguna. También es importante proporcionar agua a temperatura ambiente para que la absorción sea lo más fácil posible. El agua con una temperatura entre 18 – 22 °C es perfecta. Una opción es calentar el agua con un calentador de pecera.
La temperatura del espacio de cultivo también es importante para tus raíces. La parte superior de la planta puede soportar fácilmente el calor o el frío sin sufrir ningún daño, sin embargo, las raíces son mucho más sensibles. Si estás cultivando en interior, la temperatura no debe bajar de los 18 °C cuando las luces estén apagadas y no debe superar los 25 °C cuando las luces estén encendidas. Mantente dentro de estos límites y la temperatura de las raíces estará bien.
El valor del pH alrededor de las raíces debe estar entre 5,5 y 6,5 de manera que puedan absorber todos los nutrientes de manera óptima. Los pelos de la raíz son muy sensibles y pueden quemarse si el pH es demasiado bajo. Por lo tanto, mide regularmente el pH del suelo o lana de roca para ver si el valor es de alrededor de 6.
¿Cómo saber si las raíces de tu planta necesitan ayuda?
Si prefieres no sacar tu planta de la maceta para comprobar si las raíces están bien, presta atención a las hojas. Como ya lo sabes, las raíces de marihuana son responsables de la absorción de nutrientes. Cuando tu planta sufre de una deficiencia nutricional, te lo va a decir a través de sus hojas. Por ejemplo, si la planta necesita más nitrógeno, verás unas manchas amarillas y marrones en sus hojas. La deficiencia de fósforo resulta en hojas de color verde azulado, morado oscuro o de cobre oscuro, y la deficiencia de potasio resulta en hojas de color verde oscuro y quemaduras de hojas.
Para asegurar que las raíces de tus plantas se mantengan saludables, usa perlita, vermiculita, turba de musgo y té de compost que proporcionan nutrientes y airean el suelo, facilitando el movimiento de los microbios. Se recomienda utilizar sustratos completos para estimular la simbiosis entre hongos, insectos, bacterias y tus plantas —estos mantienen la tierra suelta para que las raíces absorban agua y oxígeno con mayor facilidad.
A continuación te contaremos de otros signos que indican problemas de raíces de marihuana y cómo puedes solucionarlos.
Problemas comunes con raíces de marihuana y soluciones
Las raíces de tus plantas de marihuana pueden ser fáciles de cuidar – si cometes algún error de cultivo, podrás corregirlo siempre y cuando lo detectes a tiempo. A continuación, te presentamos algunos problemas comunes de raíces de plantas de marihuana y las maneras que tienes de detectarlos y tratarlos.
Raíces enredadas
Si tus raíces empiezan a quedar muy estrechas dentro de la maceta, pueden llegar a enredarse. Cuando esto sucede las plantas se quedan sin oxígeno y sufren de deficiencia nutricional, ya que sus raíces no pueden ni respirar, ni absorber agua y fertilizantes adecuadamente.
Cómo detectarlo:
- Los tallos pierden color. Tu planta deja de crecer porque no tiene suficiente oxígeno para el crecimiento.
- La tierra en tu maceta se seca muy rápido haciendo que tengas que regar tu planta con más frecuencia (cada 1-2 días).
- Tu planta tiene hojas amarillentas. Las plantas con raíces enredadas no pueden absorber nutrientes de forma normal y por eso tienen síntomas de deficiencias nutricionales.
- Tu planta se inclina hacia un lado. Si tu planta es demasiado alta o grande para la maceta, podría inclinarse hacia un lado o caerse con frecuencia. Si no trasplantas tu cannabis y lo mantienes en una maceta pequeña durante mucho tiempo, es probable que las raíces comiencen a enredarse.
Soluciones:
Asegúrate de que tu maceta tenga el tamaño adecuado para tu planta. Además, recuerda que, cuando tu planta se encuentre en la fase del crecimiento vegetativo tendrás que trasplantarla a una maceta más grande.
Pudrición de las raíces
La pudrición de las raíces es una enfermedad provocada por el problema anterior. Cuando las plantas se quedan sin espacio en la maceta y sufren de un exceso de riego, esto puede provocar el desarrollo de hongos y bacterias dañinas. Aunque la pudrición de la raíz es un problema común para cultivos en hidroponía (como DWC), también puede ocurrir en cultivos en tierra cuando las raíces se encuentran en agua estancada.
Cómo detectarlo:
- Las raíces son de color marrón con aspecto viscoso y húmedo.
- Tu planta emite un olor horrible que resulta de la actividad de las bacterias y los hongos atacando las raíces.
- Tu planta desarrolla un follaje enfermizo y de aspecto amarillento.
- La planta tiene dificultades para absorber los nutrientes y el agua. Esto a veces puede causar síntomas de deficiencia de nutrientes como hojas amarillentas, crecimiento atrofiado, tallos descoloridos, etc.
Soluciones:
Para prevenir la pudrición de las raíces en tierra, asegúrate de que tu planta esté en una maceta de tamaño adecuado. También utiliza un sustrato saludable, provisto de bacterias beneficiosas, particularmente de micelio, que ayuda a los nutrientes a estar más fácilmente disponibles para las raíces.
Para enfrentar la pudrición de las raíces cultivando en tierra, lava las raíces con agua fría y trasplanta tu marihuana a una maceta esterilizada con tierra limpia. Prepara la tierra antes de trasplantar agregando bacterias beneficiosas (como micorrizas) o añádelas directamente a las raíces.
Ataques de pestes
Las moscas de mantillo son pequeñas moscas negras y grises con las patas largas que, usualmente, se parecen a los mosquitos y pueden alimentarse de tu planta. Las moscas de mantillo dejan huevos en la tierra, produciendo larvas que comen las raíces y destruyen los hongos saludables del sustrato. Los pulgones también son una peste común en las plantas de cannabis. La diferencia entre las moscas de mantillo y los pulgones está en los síntomas.
Cómo detectarlo:
- Las moscas de mantillo se pueden encontrar por toda la planta: en sus hojas, tallo, ramas, en el suelo y en la maceta. Las larvas a menudo se encuentran en el suelo donde se alimentan de las raíces de las plantas.
- Hojas pálidas, debilidad general. A diferencia de las moscas adultas que no atacan las plantas, sus larvas infestan el medio de cultivo y atacan directamente las raíces de las plantas.
- Los pulgones provocan síntomas que parecen deficiencia de nutrientes como las hojas amarillas y endurecen las raíces de la planta.
Soluciones:
Para prevenir la infestación de plagas, mantén los niveles de humedad bajos y no riegues las plantas en exceso.
La forma más fácil y segura de eliminar las moscas sin afectar la planta es utilizando trampas para moscas. Para matar las larvas utiliza peróxido de hidrógeno que funciona como insecticida, y también mata la población de pulgones en el suelo de tus plantas. Usa una solución al 3% que no dañará las plantas y empapa la tierra infestada. En las primeras etapas de la infestación, puedes usar aceite de neem.
Riego excesivo / Falta de riego
Estos son los problemas más comunes entre los cultivadores novatos. Afortunadamente, cada uno de ellos es fácil de solucionar, especialmente si los notas a tiempo.
Cómo detectarlo:
- Cuando las plantas tienen muy poca agua, las hojas se vuelven marrones y se marchitan. Esto también ocurre cuando las plantas sufren de riego excesivo.
- La mayor diferencia entre los dos es que la falta de agua hará que las hojas de tu planta se vean secas y crujientes, mientras que el riego excesivo resultará en hojas suaves y flácidas.
- Cuando riegas demasiado el suelo no se seca durante días y atrae plagas.
Soluciones:
El exceso de riego en plantas de marihuana puede resultar en varios problemas como, por ejemplo, pudrición de las raíces o infestación. Por eso es necesario dejar el sustrato completamente seco entre cada riego. Si quieres saber cómo regar tus plantas correctamente, consulta nuestro artículo sobre riego de marihuana.
Para evitar problemas con el agua, ten en cuenta que debes usar macetas de materiales porosos, de manera que el sustrato pueda respirar — las macetas también deben contar con un sistema de drenaje apropiado. Y, por supuesto, asegúrate de que tus plantas estén en macetas con el tamaño apropiado. Si tus plantas necesitan ser regadas una o más de una vez al día, podría ser tiempo de trasplantarlas.
Fertilización excesiva
Aunque alimentar las plantas es importante para potenciar el crecimiento y engordar los cogollos, una fertilización excesiva puede provocar estrés y bloqueo de nutrientes. Como resultado, la planta ya no podrá absorber los nutrientes necesarios.
Cómo detectarlo:
- Tus plantas son débiles: el bloqueo de nutrientes evita que tus plantas sean tan fuertes y saludables como podrían serlo.
- Las hojas de tus plantas se amarillean, son débiles y secas.
- Crecimiento atrofiado: tu planta deja de crecer.
Soluciones:
Deja de alimentarlas y lava tus plantas durante 1 semana con agua con pH balanceado para diluir los minerales y reequilibrar el pH. Si cultivas en un sistema hidropónico, debes usar una solución nueva.
Después de lavar tus plantas, deja que la tierra se seque por completo antes de volver a regar. Esto evitará la pudrición de la raíz y asegurará que las raíces tengan espacio para respirar.
Luego, riega tus plantas normalmente por un tiempo antes de volver a alimentarlas. Se recomienda reducir la dosis del fertilizante y comprobar el pH y EC del suelo para asegurar que las raíces puedan volver a absorber los nutrientes de manera saludable.
Nivel de pH incorrecto
Las plantas de cannabis necesitan de un medio de cultivo saludable, lo que implica mantener niveles correctos de pH. Para cultivo en tierra o sustrato, el pH debe estar entre 6.0 y 7.0, idealmente 6.3. Para los sistemas hidropónicos, el pH debe estar entre 5,5 a 6,5. Cada uno de estos sistemas tiene un punto ideal diferente. Si tu medio de cultivo es demasiado ácido o alcalino, las raíces no podrán absorber los nutrientes, lo que puede resultar en deficiencias de nutrientes.
Cómo detectarlo:
- Tus plantas tienen síntomas de deficiencia de nutrientes.
- Al verificar el pH y EC de tu medio de cultivo, ves que los niveles son incorrectos.
Soluciones:
Asegúrate de utilizar medidores de pH y EC tanto del suelo como del agua que usas para regar y alimentar las raíces.
Estrés térmico
Las raíces de marihuana son sensibles al calor y las heladas. Las plantas de marihuana prefieren temperaturas diurnas de entre 16 y 30 °C. Si la temperatura en tu zona de cultivo se encuentra fuera de este rango, esto puede provocar estrés y frenar el crecimiento de la planta.
Cómo detectarlo:
Cuando las temperaturas suben o bajan demasiado, notarás que tus plantas se verán caídas, tendrán hojas amarillentas, signos de marchitamiento y retraso en el crecimiento.
Soluciones:
- Mantén las raíces frescas, colocando tu planta en una maceta de cerámica para ayudar a aislar las raíces del sol.
- Utiliza un extracto de algas marinas para las raíces: proporciona una pequeña cantidad de fertilizante líquido que contiene extracto de algas marinas (esto puede funcionar como protección contra el estrés por calor).
- Si cultivas en exterior, utiliza una sábana o una "vela de protección solar" para crear sombra y proteger tus plantas del calor excesivo.
- Mueve las macetas lejos de la luz solar directa durante los días más calurosos.
- Si las temperaturas de la zona de la raíz son demasiado frías, asegúrate de que los ventiladores en la zona de cultivo no estén orientados hacia la maceta. Utiliza un humidificador para elevar suavemente la temperatura debajo del dosel y usa mantillo para aislar la zona de la raíz.
¿Cuál es tu receta para tener raíces de marihuana sanas?
Cada cultivador espera cosechar cogollos resinosos de calidad, pero esto es imposible sin un buen cuidado de las raíces. Dales a tus plantas un suelo rico en nutrientes, un riego adecuado y controla las condiciones de cultivo. La mayoría de los problemas con las raíces de marihuana son mucho más fáciles de prevenir que de tratar, así que una vez que plantes tu semilla, no olvides volver a este artículo para comprobar si les estás dando a tus raíces todo lo que necesitan para prosperar. ¡Y recuerda contarnos tu experiencia en el cuidado de las raíces de marihuana en los comentarios!
FAQ
¿Qué hacer con las raíces de la marihuana?
Una vez que las raíces estén limpias, colócalas todas en un lugar fresco y oscuro durante 48 horas para que se sequen por completo. Después del secado, tienes dos opciones: puedes hervir las raíces en agua o molerlas hasta convertirlas en polvo. Ambos métodos funcionan, pero moler las raíces hasta convertirlas en polvo te permite usarlas de varias formas: hacer una crema calmante para la piel quemada, inflamada o magullada o preparar un té medicinal con propiedades desinflamatorias.
¿Cómo limpiar las raíces de la marihuana?
Para limpiar las raíces, sácalas suavemente de la tierra y sepáralas del tallo con un cuchillo afilado. Después, lávalas con agua tibia y elimina el exceso de tierra usando un cepillo de dientes de cerdas suaves.
¿Para qué sirve el estimulador de raíces de marihuana?
Basados en hormonas de enraizamiento, vitaminas y muchos otros componentes, los estimuladores de raíces de marihuana son productos que mejoran el sistema de raíces de las plantas de marihuana. De esta forma, su uso en las primeras semanas de cultivo y tras los trasplantes de marihuana, puede ayudarte a obtener un mejor enraizamiento.
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