Cuidado de las plántulas de cannabis: de la germinación a la fase vegetativa
- Creación de las condiciones ideales para las plántulas de cannabis
- Punto de partida: elegir las semillas adecuadas
- Una germinación adecuada garantiza plántulas sanas
- Plantación en el suelo de semillas germinadas
- Cuidado de semana en semana de las plántulas de cannabis
- Cuidado de Plántulas: Fotoperíodo frente a Autofloración
- Cómo prevenir plagas y moho
- Preguntas Frecuentes
Uno de los momentos más emocionantes del cultivo de cannabis es cuando la semilla finalmente brota, se desprende de su cáscara y se convierte en una pequeña plántula. Es como los primeros pasos de la planta, con raíces, un tallo y esas primeras hojas que empiezan a salir. Para muchos cultivadores, este es un periodo emocionante porque sienta las bases para la futura cosecha. En este artículo, profundizaremos en los detalles más importantes del cuidado de las plántulas de cannabis para garantizar que tus plantitas crezcan sanas y fuertes.
Crear las condiciones ideales para las plántulas de cannabis
Cuidar adecuadamente las plántulas es crucial para su crecimiento. Piensa en las plántulas de cannabis como bebés recién nacidos: necesitan mucho amor y protección. Si te ocupas bien de ellas desde el principio, tienen muchas más posibilidades de prosperar y darte una buena cosecha. Tener las condiciones de cultivo adecuadas no solo reduce las posibilidades de enfermedades, sino que también ayuda a que las raíces crezcan fuertes y las plantas jóvenes se desarrollen correctamente.
Espacio de cultivo
El espacio de cultivo debe estar configurado para que tus plantas estén seguras, limpias y cómodas. Te convendrá tener luces, ventiladores y sensores para vigilar la temperatura y la humedad. Es importante planificar con antelación dónde irá cada cosa para evitar estresar a tus plantas. Asegúrate de que el área esté protegida de plagas y de cosas como demasiada luz o cambios bruscos de temperatura. Si estás empezando, elige una caja de cultivo pequeña, donde es mucho más fácil mantener las condiciones estables.
Recipientes y macetas
Las plántulas de marihuana necesitan la maceta adecuada para que sus raíces tengan las mejores posibilidades de crecer fuertes. Los recipientes más pequeños hacen un gran trabajo manteniendo la humedad sin dejar que se empape, lo cual es muy importante para la salud de las raíces. Cuando cultivas variedades autoflorecientes, es una buena idea plantar las semillas directamente en su maceta final, ya que a estas plantas no les va muy bien que las muevan de un lugar a otro. Asegúrate de que tu maceta tenga agujeros de drenaje para evitar que se acumule el agua. Puedes mantener la humedad alta en las primeras etapas usando una cúpula transparente, que crea un ambiente acogedor para tus plántulas.
Suelo
Una buena tierra para las plántulas de cannabis debe ser suelta y retener bien la humedad para que las raíces puedan extenderse fácilmente. Si la tierra está demasiado compacta, las raíces podrían no recibir suficiente oxígeno. Cuando se utiliza una mezcla no nutritiva, es fundamental añadir los nutrientes adecuados para evitar que las plántulas sufran estrés. En una tierra rica en elementos naturales, las plántulas pueden prosperar sin alimentación adicional durante las primeras semanas, lo que ayuda a evitar la fertilización excesiva.
Iluminación
Las plantas jóvenes necesitan luz suave e indirecta para crecer y fortalecer sus raíces. Las bombillas CFL son perfectas para el cultivo en interiores, ya que emiten luz de la parte azul del espectro. Debes intentar que haya 18 horas de luz y 6 horas de oscuridad todos los días. Vigila la intensidad de la luz y la distancia entre las bombillas y las plantas para evitar que se quemen. Si cultivas al aire libre, el lugar donde pongas las plántulas dependerá del clima de tu zona. Solo asegúrate de que estas pequeñas no estén expuestas a temperaturas extremas o cambios repentinos en las condiciones de luz.
Temperatura
La temperatura para cultivar tus plántulas debe mantenerse estable. El punto óptimo está entre 20 y 25 grados centígrados. Debes evitar grandes cambios de temperatura porque pueden ralentizar su crecimiento e incluso dañar las plantas jóvenes. Si las cultivas al aire libre, vigila el clima local. Si la temperatura desciende por debajo de los 15 grados por la noche, es una buena idea llevarlas al interior o cubrirlas para protegerlas del estrés y los daños.
Humedad
Las plántulas de cannabis necesitan mucha humedad ambiental para seguir creciendo fuertes. El punto óptimo de humedad en la etapa de plántula de cannabis está entre el 65 y el 80 %. Puedes utilizar humidificadores o simplemente rociar las hojas regularmente para mantener las cosas en orden. A medida que la planta crece, debes reducir lentamente la humedad relativa para que se acostumbre a condiciones más secas, que son mejores para la etapa vegetativa. Es importante vigilar los niveles de humedad para evitar que el moho o los hongos afecten a esas plantas jóvenes.
Circulación de aire
Mantener una buena circulación de aire ayuda a evitar la acumulación de humedad y el moho. Una brisa suave ayuda a fortalecer los tallos y estimula el crecimiento de las plantas. Pero cuidado: demasiada circulación de aire directa puede dañar esos delicados tallos, por lo que es necesario instalar ventiladores para que el aire circule de manera uniforme sin soplar sobre las plántulas. Además, una circulación de aire constante ayuda a oxigenar el suelo, ¡lo cual es excelente para las raíces!
Punto de partida: elegir las semillas adecuadas
La estabilidad genética de la variedad de cannabis es crucial para la supervivencia y el crecimiento saludable de las plántulas. Si eliges semillas de un productor poco fiable, hay muchas posibilidades de que acabes con una especie mutante extraña en lugar de una planta de cannabis normal, que podría empezar a crecer mal desde el principio. Para evitar estos problemas, es mejor comprar semillas de bancos de semillas de renombre y centrarse en variedades con un historial sólido.
Una germinación adecuada garantiza unas plántulas sanas
La germinación de las semillas de cannabis es un paso importante que da inicio a la vida de la planta. Para hacerlo bien, hay que elegir un buen método. Una de las formas más populares y seguras es utilizar toallas de papel húmedas. Coloca las semillas entre dos toallas de papel húmedas o almohadillas de algodón y, a continuación, introdúcelas en un recipiente o bolsa para mantenerlas húmedas. Mantén ese recipiente en un lugar cálido, a unos 22-27 °C. Asegúrate de revisar las semillas cada 12-24 horas para mantenerlas bien húmedas. Lo principal que hay que recordar es que las semillas deben permanecer húmedas, pero no empapadas.
Otro método es remojar las semillas en agua. Solo tienes que poner las semillas en agua mezclada con unas 10 gotas de peróxido de hidrógeno al 3 % por cada 50 ml. Esto ayuda a ablandar la cáscara y acelera la germinación. Mantén el agua a temperatura ambiente y déjalas en remojo hasta 24 horas.
La tercera opción es plantar las semillas directamente en el suelo. Basta con enterrarlas en tierra, fibra de coco o hidroponía a unos 5-10 mm de profundidad. De esta manera, se reducen las posibilidades de estropear los brotes de marihuana cuando se trasplanten más adelante. Vigila la temperatura, asegúrate de que esté agradable y húmeda (alrededor del 70 %) y no te excedas con la luz.
Plantar semillas germinadas en tierra
Una vez que las raíces de la semilla alcancen unos 5-10 mm, puedes moverlas suavemente a tierra fresca o a tu medio de cultivo preferido, o simplemente dejarlas donde están si has germinado directamente en tierra. Para trasplantar las semillas, cava un pequeño agujero de unos 5-10 mm de profundidad. Coloca la semilla allí con la raíz hacia abajo, teniendo mucho cuidado de no aplastar el delicado brote. Luego, cúbrela ligeramente con un poco de tierra sin apretarla. Para mantener las cosas agradables y acogedoras para la humedad y el calor, puedes cubrir la maceta con una bolsa transparente, papel de aluminio o incluso poner un vaso de plástico boca abajo sobre ella. Actuará como un mini invernadero y ayudará a que esas semillas broten más rápido. Solo recuerda ventilarlo todos los días para que no se forme moho. Si mantienes la temperatura entre 22 y 27 °C y la humedad en torno al 70 %, ¡deberías ver los primeros brotes en aproximadamente 1-3 días!
Cuidado de las plántulas de cannabis semana a semana
En las primeras cuatro semanas, las plantas pasan por algunas etapas importantes de crecimiento en las que desarrollan sus raíces, tallos y hojas después de la germinación. Conseguir que la germinación sea correcta, mantener las condiciones estables y alimentarlas adecuadamente son claves para que todo funcione. Consulta nuestra guía semanal sobre cómo cuidar tus plántulas a continuación.
Semana Uno
Tanto si plantas semillas germinadas como si las germinas directamente en la tierra, empieza eligiendo el recipiente adecuado. Las macetas pequeñas para principiantes o los vasos de plástico con orificios de drenaje son perfectos para las plantas jóvenes. Un buen drenaje evita que el agua se acumule y protege las raíces de la pudrición. Para la tierra, elige algo ligero y esponjoso con un nivel de pH neutro (alrededor de 6,0-7,0). Debe retener la humedad, pero no ser demasiado compacto, para que las raíces puedan extenderse fácilmente. Si utilizas una mezcla sin tierra, añade algunos nutrientes para mantener el crecimiento constante y evitar cualquier deficiencia nutricional. Unos días después de plantar, normalmente verás aparecer las primeras hojas: son los cotiledones. ¡Es señal de que tu plántula se está asentando y está lista para crecer!
Durante la primera semana, mantén el riego moderado. La tierra debe estar un poco húmeda, pero no empapada. Asegúrate de que no se seque demasiado, ya que esas raíces jóvenes necesitan algo de humedad para crecer fuertes. Vigila la humedad: intenta que esté alrededor del 70 %. Para crear un ambiente acogedor, cubre el recipiente con una bolsa de plástico transparente o una tapa para retener el calor y la humedad. La temperatura en la zona de cultivo debe estar entre 22 y 27 °C. El ciclo de luz de crecimiento también es importante; sus plántulas necesitan unas 18 horas de luz y 6 horas de oscuridad cada día.
Semana Dos
Una vez que tus plántulas emerjan del suelo y empiecen a crecer las primeras hojas de verdad, la luz se vuelve extremadamente importante. Mantén esas lámparas a unos 43-50 cm de distancia para evitar que se estiren demasiado. Si notas que están alcanzando la luz, simplemente acerca un poco las lámparas. Asegúrate de que la tierra se mantenga ligeramente húmeda, pero no te excedas con el riego. En esta etapa, puedes empezar a usar una solución de fertilizante de baja concentración (aproximadamente ⅛ de lo que se recomienda normalmente), especialmente si estás cultivando plántulas de cannabis en hidroponía o fibra de coco. Comprueba que el nivel de pH esté en el punto correcto: 6,0-7,0 para la tierra y 5,5-6,5 para la hidroponía o la fibra de coco. Las primeras hojas inician la fotosíntesis, por lo que es crucial mantener todo creciendo de manera uniforme. Ajusta la circulación de aire para ayudar a que tus plántulas se mantengan fuertes y robustas.
Semana Tres
En la tercera semana, empezarás a ver un crecimiento importante tanto en las partes verdes como en las raíces. Mantén la temperatura en torno a los 21 °C y la humedad entre el 40 y el 70 %. Tus plantas empezarán a pedir un poco de comida, así que empieza con fertilizantes ricos en nitrógeno y añade también un poco de fósforo y potasio. Solo asegúrate de mantener las ppm por debajo de 800 para evitar quemar esas raíces, y usa agua filtrada para evitar que se acumulen esas molestas sales. En este punto, es importante revisar regularmente los niveles de pH y ppm para asegurarte de que tus plantas absorben todos los nutrientes que necesitan. Aumenta gradualmente las cantidades de fertilizante y observa cómo reaccionan tus plantas. ¡Se volverán más resistentes y se prepararán para la siguiente fase de crecimiento!
Semana cuatro
La cuarta semana consiste en prepararte para la futura floración. Las plantas están ocupadas haciendo crecer sus raíces y fortaleciendo sus tallos para poder soportar esas futuras flores. Puede que quieras usar algunos estimuladores de raíces o microbios beneficiosos para mantenerlas sanas y ayudarlas a absorber los nutrientes. Riégala lo justo para que las raíces puedan respirar y evitar que se pudran. Es una buena idea tener una suave brisa con ventiladores, ya que ayuda a endurecer los tallos y mantiene el moho alejado. Enciende las luces para acelerar su crecimiento. Puedes empezar con un LST para distribuir la luz de manera uniforme o hacer un poco de poda para aumentar el rendimiento. En esta etapa, utiliza fertilizantes ricos en nitrógeno y vigila los niveles de pH, que deben estar entre 6,0 y 7,0 para el suelo y entre 5,5 y 6,5 para el coco o el hidropónico.
Cuidado de plántulas: Fotoperíodo frente a Autofloración
Las plantas fotoperiódicas necesitan un horario de luz estricto porque su fase de floración depende de la duración de los días. Cuando todavía son plántulas, necesitan entre 18 y 20 horas de luz y entre 4 y 6 horas de oscuridad para crecer fuertes. Además, las variedades fotoperiódicas no se estresan mucho cuando se trasplantan, por lo que puedes empezar con macetas pequeñas y luego pasarlas a otras más grandes.
Por otro lado, a las plantas autoflorecientes de cannabis no les importa el horario de luz; su crecimiento y floración dependen de su genética. Crecen más rápido, por lo que es mejor plantarlas directamente en sus macetas finales para evitar cualquier estrés por el traslado, ya que normalmente no tienen tiempo de recuperarse. Las plantas autoflorecientes también prefieren condiciones estables, con temperaturas de entre 22 y 27 °C y una humedad de alrededor del 70 %, para mantener la estabilidad durante las primeras semanas.
Cómo prevenir las plagas y el moho
Para mantener a raya las plagas y el moho, es muy importante mantener limpia la zona de cultivo. Asegúrate de limpiar regularmente las superficies, deshacerte de los restos de las plantas y mantener limpias las herramientas. Una buena circulación del aire es clave, así que utiliza ventiladores para ayudar a prevenir la acumulación de humedad, que es una de las principales causas del moho.
Ten cuidado también de no regar en exceso la tierra, ya que eso puede atraer plagas y provocar la pudrición de las raíces. Riega solo lo suficiente, dejando que la tierra se seque un poco entre riegos. Para una protección adicional, puedes utilizar insecticidas orgánicos para los bichos y fungicidas para detener cualquier problema de hongos. Estos productos son seguros para tus plántulas y hacen un gran trabajo para hacer frente a posibles problemas.
Preguntas frecuentes sobre el cuidado de las plántulas de cannabis
En esta sección, encontrarás respuestas a las preguntas más comunes para ayudar a tus plántulas a crecer fuertes y sanas.
¿Cuándo una planta deja de ser una plántula?
Una planta deja de ser una plántula cuando crece alrededor de 4-5 pares de hojas reales, lo que suele ocurrir en unas 2-3 semanas.
¿Con qué frecuencia debo regar las plántulas de cannabis?
Riegalas cuando la capa superior de tierra esté seca, aproximadamente cada 2-3 días.
¿Cuándo debo empezar a alimentar las plántulas de cannabis?
Empieza a darles nutrientes después de 1-2 semanas si la tierra no tiene nutrientes. Para el cultivo hidropónico, puedes empezar con una solución débil desde el principio.
¿Qué tamaño deberían tener mis plantas después de una semana?
Después de una semana, las plántulas suelen medir entre 5 y 7 cm de altura y tener un par de hojas.
¿Cómo puedo evitar que se estiren?
Acerca la luz (pero no demasiado) y utiliza el espectro de luz adecuado, como en el caso de la luz azul.
¿Cómo puedo evitar que las plántulas se marchiten?
No las riegues en exceso, asegúrate de que haya un buen drenaje y circulación de aire, y utiliza una mezcla de cultivo limpia.
¿Cuál es el mejor periodo para trasplantar una plántula?
Debes trasplantar las plántulas de marihuana en el medio de cultivo elegido cuando tengan entre 3 y 4 pares de hojas verdaderas y un sistema radicular sólido.
¿Cuándo puedo trasladar las plántulas de marihuana al exterior?
Puedes trasladarlas al exterior cuando las temperaturas nocturnas sean constantemente superiores a 15 °C y tengan al menos 3 o 4 hojas verdaderas.
Conclusión
Cuidar de las plántulas de cannabis puede plantear muchas preguntas, especialmente para los novatos en el juego del cultivo. Desde el riego y la iluminación hasta el control de las plagas, dominar los conceptos básicos es clave para ayudar a que tus plantas prosperen. Esperamos que este artículo haya ayudado a aclarar algunas de tus preguntas y que tus plántulas prosperen. ¡Feliz cultivo!
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